Tomando en cuenta lo explicado por Marx , el obrero vende su fuerza de trabajo al capitalista, no su trabajo, funcionando como una mercancía. A cambio, el trabajador recibe una remuneración. Lo anterior tiene una importante implicación pues, desde el marxismo, el trabajador está vendiendo su esfuerzo. Sin embargo, el valor de este es menor al valor de lo que produce (la mercancía).
Ejemplos:
1. Supongamos que un obrero textil busca empleo, vendiendo su fuerza de trabajo. Un capitalista lo contrata para producir vestimentas cuyo costo de producción es de 100 dólares, a cambio de un salario de 50 dólares.
En este escenario, el capitalista no le está pagando por el costo de producción de cada vestido, sino por su fuerza de trabajo, estimada en la mitad. Sin embargo, por cada vestido que el obrero textil produzca y el capitalista venda, obtendrá el costo del salario del obrero y un 50% adicional de plusvalía.
De allí que la fuerza de trabajo pueda entenderse también como una mercancía que el obrero le vende al dueño de la fábrica textil.
2. Por un jean de marca reconocida, el costurero que lo confecciona recibe 3 pesos. Ese jean lo compra el patrón, empresario y familiares, en un shopping a 400 pesos. El trabajador crea una mercancía que no podría comprar recibiendo una ínfima parte del valor de su creación. Con ese salario el trabajador da forma a sus condiciones desfavorables y precarias de vida. Por su parte, el patrón, construye con lo que al obrero le roba, un verdadero paraíso en la tierra.
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